Dieta paleo, dieta detox, dieta hipocalórica, dieta vegetariana, dieta por puntos, dieta proteica, dieta mediterránea, dieta ornish, dieta atkins, dieta keto…La variedad de denominaciones para describir patrones de alimentación es amplia y no siempre bien afortunada. En los últimos años, hemos asistido a una proliferación de publicaciones y de difusión de recomendaciones sobre salud, en ocasiones por influencers sin formación adecuada específica en la materia, que lo que hacen es contribuir a la confusión de la población.
Ante este panorama, la Asociación Americana del Corazón ha publicado en la prestigiosa revista Circulation un estudio en el que evalúa y puntúa los mejores patrones alimenticios desde el punto de vista de la salud cardiovascular.
El objetivo de este estudio es evaluar una decena de patrones dietéticos comúnmente practicados y analizar su alineación con los principios clave de un patrón dietético saludable para el corazón que podría implementarse de varias maneras.
La Asociación Americana del Corazón ha considerado que en los últimos años la proliferación de información errónea sobre nutrición está fuera de lugar y se requiere dar a la población mensajes claros, basados en la mejor evidencia científica. Cristóbal Morales, del servicio de Endocrinología del Hospital Vithas y del Hospital Virgen Macarena, en Sevilla, destaca el notable del interés del estudio para distinguir “entre lo que es ciencia y lo que es menos valioso” a la hora de evaluar patrones alimenticios, así como el hecho de la popularidad y seguimiento de los modelos analizados.
La dieta DASH, la mejor puntuada
De los diez patrones dietéticos analizados, el que ha obtenido la mayor puntuación, es decir, el más beneficioso para el corazón, ha sido la dieta DASH, un patrón que se enfoca en aumentar la ingesta de micronutrientes vegetales y de carnes magras, así como pescado y lácteos, con los que se trata de conseguir el control de la presión arterial, y limitar los asociados con un aumento de la misma, como grasas saturadas, azúcares agregados y sodio.
Los alimentos cuyo consumo enfatiza este tipo de patrón dietético son vegetales, frutas, granos integrales, legumbres, nueces, semillas y productos lácteos bajos en grasa, permitiendo el de carnes magras y de ave, pescado y aceites no tropicales. Este modelo pone el foco es restringir especialmente la ingesta de sal.
Los alimentos que este patrón limita o evita son grasas saturadas, sodio, carnes grasas, cereales refinados, alimentos con azúcar añadido y alcohol.
La dieta mediterránea también obtiene un sobresaliente
La dieta mediterránea sale muy bien parada en este análisis, situándose en segunda posición. Los alimentos característicos de este patrón de alimentación son vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado y marisco, carne de ave y aceite de oliva virgen extra. La orientación sobre el consumo de sal en el patrón de alimentación mediterránea varía,según las fuentes, pero es cierto que en general al restringir el consumo de alimentos ultraprocesados se limita la ingesta de sal.
Este patrón de alimentación incluye el consumo moderado de vino tinto y limita o evita el de lácteos, carne, refrescos con azúcar o edulcorantes añadidos, bollería industrial, dulces y pasteles.
El consumo de vino tinto es una particularidad de la dieta mediterránea frente a otros modelos que restringen cualquier ingesta de alcohol. “Es un factor que nos penaliza, aunque a la vez es un tema controvertido”, destaca Cristóbal Morales.
Lo que este especialista señala además es que la cantidad de todos los alimentos siempre es también un factor a tener en cuenta en cuanto que “por muy sano que sea el aceite de oliva no se deben sobrepasar determinadas cantidades que nos harían exceder la ingesta de calorías recomendadas”.
Dietas pescetariana y vegetariana, tercera y cuarta posición
En tercer lugar en el ranking de patrones mejor puntuados se sitúa el pescetariano, que es una modalidad de la dieta vegetariana, basada en el consumo de vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y también pescado y marisco, huevos y lácteos.
En este ranking de patrones dietéticos más saludables para el corazón se sitúan a continuación el ovovegetariano, lactovegetariano y ovolácteovegetariano, así como el vegano, caracterizado este último por la exclusión de cualquier alimento de origen animal.
Estos patrones dietéticos que obtienen la mejor puntuación tienen en común que son ricos en vegetales, frutas, cereales integrales y proteínas vegetales. Los factores diferenciadores clave son el énfasis en el consumo de aceite de oliva virgen extra en la dieta mediterránea, y en limitar la ingesta de sal y enfatizar los productos lácteos bajos en grasa en el caso de la dieta DASH, mientras que los patrones pescetarianos y ovo/lacto vegetarianos se diferencian por el grado en que restringen los alimentos de origen vegetal.
De los diez patrones analizados por la Asociación Americana del Corazón, a continuación se sitúan en cuanto a puntuación la dieta baja en grasas, que limita la intesta de grasas a menos del 30% de las calorías totales, y la muy baja en grasas, que reduce el dato al 10%.
Las que obtienen la peor puntuación son la dieta baja en hidratos de carbono, la paleolítica y la muy baja en carbohidratos-cetogénica.
Flexibilidad y amplia gama de alimentos, características de los patrones saludables
Los patrones dietéticos que obtienen la mejor puntuación se caracterizan por ser flexibles y ofrecen una amplia gama de alimentos saludables para elegir entre ellos. Para la población que prefiere incorporar alguna proteína de origen animal, los patrones de estilo mediterráneo, pescetariano y DASH serán más fáciles de adoptar al incluir proteínas de origen vegetal y animal, como lácteos bajos en grasa, huevos y pescado, específicamente pescado graso, en el caso del patrón mediterráneo, e incluyendo carnes magras y aves en el patrón estilo DASH.
Los pescados grasos como el salmón, el arenque y las sardinas son ricos en ácidos grasos omega 3 de cadena larga, que presentan numerosos beneficios cardiovasculares.
Ramón de Cangas, doctor en Biología Molecular y Funcional por la Universidad de Oviedo y dietista-nutricionista por la Universidad de Navarra, señala que los patrones que obtienen la mejor puntuación “en realidad promueven el consumo de matrices alimentarias completas, mientras que las que obtienen la peor puntuación restringen demasiados grupos de alimentos importantes y, por eso, incluso siendo seguidas en su versión más óptima, son opciones menos interesantes”.
Facilitar la adherencia y seguimiento
El amplio grupo de alimentos entre los que elegir en el caso de las dietas mejor puntuadas facilita la adherencia a las mismas, lo que resulta un elemento positivo más a tener en cuenta.
Cristóbal Morales destaca también la importancia a la hora de realizar recomendaciones sobre alimentación de que los patrones sugeridos sean adaptados y adaptables a cada sociedad. Los autores del estudio destacan también que los patrones que han conseguido las mejores puntuaciones desde el punto de vista de la salud del corazón son también los que tienen un menor impacto ambiental y apoyan más la salud del planeta
Fuera de este estudio han quedado programas dietéticos comerciales, así como aquellos diseñados para ser seguidos menos de 12 semanas, prácticas como el ayuno intermitente, así como dietas diseñadas específicamente para casos de patología o afección no cardiovascular.
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